Y yo lo sabía.
sabía que el tiempo,
barco amarrado a tus sólidas manos,
repetiría de nuevo la misma canción,
que de sueños habita y existe.
Lo sabía
sabía que el viento,
sonido envuelto en tu cálida voz
insistiría de nuevo en la mismas palabras
que de muerte hieren y dañan.
Lo sabía
sabía que el silencio
pájaro muerto por falta de olvido
regresaría de nuevo a la luz oscura
que de lejanía vive y perdura.
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