miércoles, 4 de abril de 2012


Baila entre los rosales
 creyendo que nadie la mira.
Suspiros de su garganta

 ahogan la crueldad de la vida.
Sueña con las gaviotas

 que vuelan libres sin mentiras.
Joven, inocente, sin malicia,
Recorre los puntos cardinales 

de un amor que destila,
Que cubre sus caderas, sus rodillas.
 Danza entre azahares 

 de agua cristalina,
 y piensa que el camino es suave

 que no tiene espinas.
 Cuando llegue la mañana 

brusca y fría,
Partirá en un barco sin rumbo

y   sin salida
Se perderá para siempre

 para regresar ya herida
Alejada la inocencia

 atrás dejó de ser niña.


 ( Un sencillo homenaje a mi amigo Al Marconi,  compositor e interprete de guitarra flamenca )

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